Una de las
bendiciones de la vida Cristiana es el gozo, pero con frecuencia los problemas
de la vida lo ahogan. Si nos dedicamos
solo a leer lo que otros hombres han escrito, o a observar los problemas que
nos rodean, nuestro gozo se transformará en temor, miedo e incluso depresión.
Solo en la medida en que la Palabra de Dios more
abundantemente en nuestros corazones, disfrutaremos del gozo del Señor, como
uno de sus regalos ofrecidos (Juan 15:11).
Padre en este día ponernos delante de ti, para que atreves de
tu Santo Espíritu nos animes cada día a leer tu preciosa Palabra, y de esa
forma crear en nuestros corazones hambre y sed por ella, queremos conocerte atreves
de tener tiempos contigo Señor y que seas tú llenándonos de ese gozo que para
nosotros es nuestra fortaleza cada día, enséñanos Espíritu Santo a buscar,
leer, escudriñar la Palabra, y así poder ser llenos de tu gozo, te lo pedimos
en el nombre de Jesús.