No podernos reemplazar el oro, ni mezclarlo porque perdería
su autenticidad, es irremplazable, para que realmente sea valioso. No basta un baño de oro en algo de cobre,
porque su brillo sería diferente. Así
mismo nuestro verdadero brillo viene de nuestro interior.
El carácter moral denota una verdadera belleza, brillo
autentico como el oro y nace en lo profundo del ser. Esa vida, ese brillo autentico no lo tenemos
nosotros sino el que vive dentro de nosotros, que es el que debe brillar
siempre: JESUS DE NAZARET.
Padre en este día pedirte que seas tú ayudándonos a tener ese
verdadero brillo en nuestras vidas, ese brillo que nos hace ser auténticos
hijos tuyos, que sea tu hijo amado Jesucristo brillando en cada uno de
nosotros. Espíritu Santo fluye en
nuestro interior para que esos ríos de agua viva transformen nuestro ser y todo
eso opaco que tenemos sea cambiado, danos mas de ti y menos de nosotros, esto
te lo pedimos en el nombre de Jesús.
Gracias Dios mío, ayúdame a ser una mujer auténtica y fuerte en las adversidades
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