Dentro del
propósito supremo del Señor de formar el carácter de Cristo en nuestra vida, está
el propósito de desarrollar en nosotros hábitos espirituales que a diario nos
llevan a madurar y crecer en la fe, dado que esta viene por oír la Palabra de
Dios. De modo que cada día debemos
acercarnos a la Biblia con la evidente convicción de encontrarnos con el pan de
vida que también es lámpara a nuestros pies y lumbrera de nuestro camino.
(Salmo 119:105)
Padre bueno en este día ponernos delante de ti para pedirte
que seas tu poniendo en nuestro corazón hambre y sed por tu preciosa Palabra,
que cada mañana tengamos esa gran necesidad de buscarte y ser llenos de ese pan
bendito que tu dejaste para que nos saciemos y llenemos de tus pensamientos de
tu voluntad en nuestras vidas, ilumínanos en este tiempo y déjanos acercarnos a
ti de una manera humilde. Conocerte,
poder entender el plan que tienes con cada uno de nosotros, danos
corazones moldeables, de carne que
sienta como tú sientes, gracias Señor porque sabemos que en tus planes estamos
cada uno de nosotros. Todo te lo pedimos en el nombre de tu amado hijo Jesús.
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